Parcela Armonía | Punta Larga

3.100 UF | 5.000m | Parcelación tranquila | Frutillar |

La primera vez que llegué a Frutillar, estuve a punto de comprar esta parcela pero finalmente la compró mi mamá. Ella vive en Santiago, pero quería tener una casita acá porque nosotras, sus hijas, migramos al sur.

Siempre su sueño fue construir dos casas, una más pequeña para arrendar y otra para vivir y tener donde llegar cuando nos viniera a ver, pero finalmente sus planes cambiaron y hoy se decidió por vender.

"La cantidad de sol, una pequeña pendiente que permite disfrutar del volcán y el lago, y el bosque perimetral fue algo que me encantó desde el primer momento que la vi. Soñaba con una casa calentita rodeada por el maravilloso paisaje del sur".

La parcela tiene una excelente orientación hacia el oriente, con el norte despejado, lo que permite construir aprovechando el sol y la luz, al mismo tiempo que se aprovecha la vista que ofrece el terreno hacia el lago y el volcán (algo difícil de encontrar acá el sur).

De las parcelas vecinas ya hay un buen porcentaje que ha construido y habita de manera permanente el lugar. La comunidad es diversa, con vecinos que compraron para vivir, tener una segunda vivienda o invertir.

Además, el loteo ofrece hermosos paisajes convirtiéndose en un lugar ideal para quienes quieren vivir cerca de la ciudad y en un ambiente tranquilo y rodeado de naturaleza.

Datos prácticos de la parcelación:

• A solo 7 minutos de Frutillar Bajo.
• Gastos comunes: no se pagan por el momento.
• La parcelación tiene un pozo de agua común y luz.

El barrio: Frutillar

Frutillar parece una ciudad detenida en una postal, pero vive en constante diálogo con el lago, el volcán y la memoria. Fundada por colonos alemanes a mediados del siglo XIX, su historia se cuenta en casas de tejuelas, jardines floridos y veredas amplias que invitan a caminar sin prisa. El Teatro del Lago asoma sobre el Llanquihue como una costura entre el pasado y el futuro: ahí donde antes atracaban los vapores, hoy la música y las artes se convierten en paisaje.

En los barrios altos se mezclan la vida cotidiana, las panaderías de barrio, las huertas, los talleres. La comunidad se reúne en escuelas, ferias y cocinas. En Frutillar, lo que se hereda no es solo una vista, sino una forma de habitar: entre historia, cultura y territorio compartido, donde vivir es también recordar.

Plano de ubicación referencial