El sur me encontró y aquí me quedé.

El sur me encontró y aquí me quedé.

Paulina (42) y su familia llegaron el año 2018 a vivir a Frutillar, antes de la pandemia y el estallido social. Acá se han dejado sorprender por la belleza de un sur que revela diferentes colores en todas sus estaciones y una vida donde la naturaleza y la amistad crean dinámicas difíciles de encontrar desde un departamento en Santiago.


¿Cómo llegaste al sur?

La verdad es que la idea de venirnos al sur no nació de nosotros: a mi marido le ofrecieron trasladarse a Osorno por su trabajo. En ese momento, yo estaba feliz viviendo en Santiago, en un departamento súper bien ubicado, y no me imaginaba tener que irme. Pero esta era una buena oportunidad.

Sin embargo, para mí Osorno no era la ciudad donde me imaginaba viviendo en familia. Sentía que iba a ser más difícil integrarme con su estilo de vida; la percibía como una ciudad más cerrada y aislada. Incluso había un tema arquitectónico que no me gustaba: en Frutillar las casas son de madera con tejuelas de alerce, y en Osorno son en su mayoría de cemento.

Investigué y propuse que buscáramos una ciudad más intermedia, donde pudiera vivir ese sur que yo imaginaba: con volcanes, lago y un flujo constante de personas que llegaban a instalarse. Así que organizamos un viaje de inspección a Osorno y Frutillar. Visitamos colegios, casas, recorrimos mucho… y sentí que Frutillar era el lugar. Ese era el estilo de vida que yo quería tener.

¿Qué descubriste viviendo acá?

Al llegar, arrendamos una casa y el primer mes fue increíble. Me llamó la atención que uno salía al patio con parka y botas, y había una luz preciosa. Me sorprendió que no era un invierno gris, es frío y húmedo pero no tan gris como yo pensaba.
Descubrí estaciones del año distintas del verano, el otoño tiene unos colores hermosos que uno no alcanza a ver cuando viene solo de vacaciones. Los árboles se tiñen de rojo y naranjo, descubres distintos tipos de hongos en el patio de la casa, y en invierno los charcos de agua se congelan formando cristales muy bonitos.

Consejos prácticos para alguien que viene al sur

Hay que saber vestirse y hay que abrigarse. No puedes usar la misma ropa que tenías en Santiago. Los zapatos tienen que ser impermeables, porque aunque no llueva el pasto está mojado siempre. Vestirse por capas, y siempre andar con el impermeable en el auto aunque esté lindo el día porque el clima cambia de un momento a otro. En resumen, equiparse bien de ropa y vestirse preparado para el clima porque si no, no lo puedes disfrutar. No tiene porque darte frío si estás bien vestido.

También recomiendo que al comprar un terreno, no se queden solo con la vista. Cuando llegas solo quieres ver el lago y el volcán, pero hay otros puntos que son súper importantes al momento de elegir una parcela, como el sol y el viento. Generalmente a mayor vista mayor viento porque estás más alto, y las vistas más lindas son al sur. Así que probablemente, si eliges un terreno que mira al lago y al volcán, la vista será preciosa pero será más frío.

Mi barrio

Nos costó mucho elegir esta parcela pero creo que tomamos la mejor decisión. Tuvimos que considerar todos los factores como viento, vista, sol, árboles, y finalmente optamos por este lugar que está muy cerca de Frutillar Bajo, tiene muy linda vista (si bien es más ventoso) y no tenía árboles así que tuvimos que plantar el jardín desde cero.

Venta Casa Linda | Frutillar Bajo
9.400UF | 3d + 2,5b | 130m | condominio consolidado | 5.000 mt. Esta hermosa casa se encuentra en uno de los condominios más consolidados de Frutillar. Con 5 mil metros de terreno, está emplazada en el sector norte de la ladera, lo que permite observar la punta de los volcanes y

Estamos en un condominio chico, la comunidad es súper activa y todos los vecinos viven acá en el año por lo que compartimos los mismos intereses: seguridad, basura, reciclaje. También nos apoyamos con los turnos para llevar a los niños ya que habemos varias familias del mismo colegio. 🚗😎

Mi casa

Antes de llegar no estaba en mis planes tener una casa. En Santiago las opciones eran vivir lejos de la ciudad en casa o vivir en un departamento bien ubicada, pero era impagable tener una casa con patio grande y bien ubicada. En Santiago tuve que enfrentarme a esa decisión. Y bueno, como esto no fue una decisión que nosotros buscamos si no que la vida nos presentó esta oportunidad, hoy estoy muy feliz, no me volvería a Santiago nica.

Nuestro arquitecto fue Camilo Fuentealba de Estudio Sur, con quien tuvimos una muy buena experiencia. En sus proyectos buscan conectarse con el entorno y las tradiciones del lugar, creando espacios con identidad que se adapten a quienes luego habitarán la casa.

Nos demoramos cerca de ocho meses en la construcción y nosotros decidimos involucrarnos harto en el proceso. Es muy importante decidir bien cómo vas a construir, si tendrás una constructora, si lo harás tu con maestros, si tendrás un ITO (Inspector Técnico de Obras). Cuando decides estar tú a cargo, como en nuestro caso, demanda mucho tiempo y tienes que entregarte al resultado, es más arriesgado.

Nos pasaron varias cosas en el camino, por ejemplo, cambiamos el diseño de la casa durante la construcción o nos equivocamos en el sistema de calefacción que elegimos. Y así, pasan esas cosas pero al final salió todo súper bien.

Fotos: Producción equipo Camino Sur.
Si quieres compartir tu camino al sur, escríbenos a contacto@caminosur.cl